Practicar una disciplina artística ayuda a desarrollar la concentración y la memoria, acompaña en el desarrollo personal y mejora el autoestima. Además, es una herramienta para la expresión, la diversión, la relajación y el disfrute.
Practicar una disciplina artística ayuda a desarrollar la concentración y la memoria, acompaña en el desarrollo personal y mejora el autoestima. Además, es una herramienta para la expresión, la diversión, la relajación y el disfrute.